Este precioso peludo vivía en las dachas de las afueras de Moscú, sufriendo de problemas crónicos en los párpados. Una vecina amable tuvo compasión de él y lo llevó a un refugio de animales, y ahora Pirozhok está a salvo, con sus ojitos operados.

Filósofo pelirrojo de buen corazón

Pirozhok es la encarnación de la tranquilidad. Este flemático gigante adora las suaves caricias, pero por ahora se siente un poco tímido para sentarse en brazos. Parece no creer en su suerte: que siempre hay comida y que las personas no le harán daño. Le vendría bien un hogar tranquilo sin otros animales, y si sueñas con un gato dulce y cariñoso que agradezca cada minuto de atención, ¡Pirozhok es tu ideal!

¿Cómo ayudar?

Comparte la historia de este milagro pelirrojo o financia un paquete publicitario para que más personas conozcan a Pirozhok. ¡Que por fin lleguen sus días dorados!