Tučka y su hermana Noche fueron rescatadas de la calle y llevadas a un hogar temporal. El apartamento está lleno de gatos, y la persona responsable solo viene una vez al día para alimentar y cambiar la arena de las cajas. Esto es mejor que estar a la intemperie, pero las chicas no saben cómo relacionarse con las personas. Ahora están en el refugio de animales y tienen por delante un largo proceso de socialización.
Una dulce brujita
Se lleva muy bien con otros gatos y está empezando a acostumbrarse a los humanos. Ya no sisea, aunque todavía recuerda al dragón Sin Dientes de la película. El tiempo que pasa con las personas le está haciendo bien. Desafortunadamente, en el refugio no es posible brindarle todo el amor y cuidado que necesita. Si la llevaran a casa, se transformaría rápidamente en una dulce y cariñosa.
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