Encontraron a Sushka en el rellano de un edificio, en una caja: estaba limpia, bien cuidada, pero con la columna rota. Todo apuntaba a que sufrió la lesión en casa y luego fue cruelmente echada a la calle. Un largo tratamiento le ayudó a sobrevivir, pero la lesión persiste: Sushka no siente sus patas traseras.

Superó el dolor y ama la vida

Sushka es una gata cariñosa, sociable y muy táctil. Adora jugar, se desplaza con sus patas delanteras y no sabe lo que es la tristeza. Se lleva bien con niños y otros animales. Necesita la ayuda de una persona dos veces al día: un vaciado manual de la vejiga con un ligero masaje.

Cómo ayudar a Sushka

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