Sema sabe lo que es perderlo todo en un solo día. Vivía con su abuela, se calentaba en la ventana y compartía la casa con otros gatos. Pero la vida dio un giro y su abuela se quedó sin hogar, obligando a los peluditos a buscar un nuevo refugio.
Soñando con un buen compañero
Este gatico es pura ternura. No sabe ocultar sus emociones: cuando está feliz, su cola se convierte en un esponjoso abanico y sus ojos brillan de alegría. Sema se tumba de espaldas al instante, exponiendo su pancita suave, y se da la vuelta de manera divertida, como diciendo: "¡Por favor, quiéreme!" Está hecho para dar calor. Sema está acostumbrado a vivir con sus semejantes y se lleva de maravilla con otros gatos. Lo ideal sería que encontrara una familia que ya tenga amigos peludos; juntos podrán jugar, tomar el sol y recibir a sus dueños en la puerta.
Cómo ayudar a Sema
Si deseas que este tierno chico viva en tu hogar, ¡ven a conocerlo! O comparte sobre Sema en las redes sociales y dale una mano en su promoción; ¿quién sabe, tal vez su nuevo hogar esté más cerca de lo que imaginas?







