Sancho nació en la calle. Su mamita Dulsineya dio a luz a sus gatitos en un sótano durante las heladas, y de todos ellos solo Sancho logró sobrevivir. Pronto, la gata madre decidió aventurarse de nuevo en busca de amor, pero los empleados del refugio la rescataron y la esterilizaron. Así, Sancho se quedó solo en la calle.
El chico comenzó a confiar más en las personas, acercándose cada vez más. Después de un par de semanas, ya estaba pidiendo comida y caricias activamente, e incluso seguía a las personas con ese fin. Los voluntarios lograron atrapar a Sancho y llevarlo junto a su madre gata. Pero Sancho ya ha crecido y su mamá ha encontrado un nuevo hogar. Ahora es el momento de que el pelirrojo empiece su propia aventura.
El compañero ideal
Sancho es un poco cauteloso con los humanos; permite que lo acaricien solo a cambio de golosinas. Sin embargo, una vez que se acostumbre, se convertirá en un dulce y cariñoso compañero. Es un verdadero rayito de sol que llena el corazón de calor con solo mirarlo. Sancho es un poco miedoso, por lo que se sentirá más cómodo en una familia tranquila, sin niños ruidosos.
Ayudar a los amigos es un placer doble
Comparte la historia de Sancho en tus redes sociales y dale visibilidad. Así, el chico tendrá más oportunidades de encontrar un hogar. Regálale a este gatito tu cariño y apoya los KotoDías, KotoSemanas o KotoMes para su cuidado.









