El destino de Sally podría haber sido trágico: atropellada por un coche, sin acceso a la atención veterinaria en un pequeño pueblo, estuvo al borde de la muerte. Pero una buena chica no pasó de largo, la llevó a su casa y luego el refugio de animales tomó el relevo, brindándole la ayuda necesaria. A pesar de la lesión en su columna (Sally no puede caminar ni controlar su vejiga), esta gata no ha perdido la alegría de vivir.

Un pequeño ejemplo de gran fuerza de espíritu

Sally te sorprenderá con su energía: se sube ágilmente en sus patas delanteras a una alta casita, juega y muestra un vivo interés por todo lo que la rodea. Sí, necesita cuidados especiales (hay que ayudarla con su vejiga dos veces al día), pero su gratitud y amor compensan con creces estos esfuerzos. Es increíblemente cariñosa, amigable con todos: personas, gatos y perros.
Debido a la leucemia viral (que no es peligrosa para los humanos o para otros tipos de animales), Sally puede vivir como la única gata en casa, con otras gatas que tengan el mismo diagnóstico, o con cualquier otra mascota (perros, pájaros, etc.). Y se lleva muy bien con los niños.

Cómo ayudar a Sally

Si estás dispuesto a ofrecer cariño a esta gata tan especial y llena de vida, ven a conocerla. O regálale un paquete publicitario para que más personas puedan conocerla. Sally demuestra que incluso en circunstancias difíciles se puede disfrutar de la vida, y merece una familia que lo aprecie.