Una vez, la llevaron a la clínica para que la sacrificaran. Su dueña se fue un momento por cosas y desapareció, dejando a Sabrina atrás. La razón de esta separación fue el carácter difícil de la gatita. Pasó dos meses en la clínica, sin permitir que nadie se acercara, lanzándose y siseando. Solo las delicias culinarias ayudaban a suavizar sus arrebatos de ira felina. Por pequeñas alegrías gastronómicas, Sabrina incluso permitía que la acariciaran. Pero no se puede vivir eternamente en una clínica, así que la traviesa se mudó al refugio de animales.
La pequeña brujita
Sabrina es una gata grande con un lujoso pelaje de terciopelo. Como todos los representantes de la raza británica, es reservada en la expresión de sus emociones. No le gusta que la aprieten y le hablen en tono de bebé; mantiene su distancia y observa el mundo desde las alturas. Sin embargo, a veces despierta la necesidad de cariño y una palabra amable, y entonces Sabrina se frota y se acerca, como pidiendo: "acaríciame más". La gatita tiene problemas renales, lo que significa que necesita una dieta especial y chequeos regulares.
Sé amigo de Sabrina
La pequeña gruñona encontrará su felicidad en una familia que acepte su carácter independiente y orgulloso. Ayúdala a encontrarla. Para ello, comparte su historia en las redes sociales o contribuye con un Paquete Publicitario. Mimando a la quejosa con Días de Gato, 5 Días de Gato o todo un Mes de Gato. Observa a la belleza en línea o ven a conocerla.