El gatito Roma llegó al refugio cuando era apenas un bebé. Su mamá gata lo llevó con sus hermanos al vestíbulo de un edificio para protegerlos de la tormenta, esperando refugiarse de la lluvia y el frío. Allí, algunos vecinos, preocupados, los encontraron y avisaron al refugio. El vestíbulo no es lugar para unos pequeños recién nacidos, así que fue necesario recoger a toda la familia de emergencia. Una vez que los pequeños crecieron, las hermanitas de Roma encontraron un nuevo hogar. Pero Roma, con su apariencia tan común, no logró llamar la atención de nadie y se quedó en el refugio.
Un raro diamante escondido a la vista
En realidad, Roma es un gato de una raza poco común llamada "amante del alma". ¡Con esos intensos ojos verdes y esas manchitas, es un verdadero galán, cómo no notarlo! Roma es un poco cauteloso con los desconocidos, pero una vez que se siente cómodo, se abre de par en par. Este curioso chico siempre está al tanto de lo que sucede, le encanta escalar y en el refugio hasta le dan el apodo de Roma el escalador. Es un pequeño educado, usa el arenero y el rascador a la perfección. Sin duda, necesita encontrar un hogar pronto para compartir toda su positividad, amor y ternura con una familia que lo quiera. Con él, nunca habrá momento aburrido, se sentirá a gusto tanto con personas jóvenes y activas como en un hogar tranquilo con niños mayores de diez años, a quienes traerá un poco de alegría.
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