Rex, un perrito joven, vivía cerca de una de las empresas de la ciudad. Porque no podemos elegir dónde nacer. Vivía allí donde el destino le permitió - desamparado, solitario y siempre medio hambriento. Al parecer, en ese lugar fue donde se lastimó la pata trasera. ¡Es aterrador incluso imaginar cómo sobrevivía este pobre chico con tal herida! Cuando el cachorro tuvo suerte y llegó al refugio "¡Dame la pata, amigo!", comenzó una larga historia de tratamiento para el desafortunado.

“¡Soy un perro normal!”

Detrás hay una operación complicada y meses de rehabilitación. Rex sacó su billete de la suerte, encontrando seguridad en el refugio. Pero la lucha por su pata resultó ser infructuosa. A pesar de los esfuerzos de los veterinarios, empezó a atrofiarse. El siguiente paso - la amputación. Este buen chico no entiende muy bien por qué todos se preocupan tanto por ello. ¡Él es alegre y activo incluso con esta lesión! A Rex le encanta socializar con otros perros, se acurruca con la gente y explora con curiosidad qué tipo de criaturas peludas y maulladoras viven cerca de él. Es un chico feliz del que aún le queda toda la vida por delante. Sin duda, se adaptará a su particularidad y no se sentirá inválido. Lo único que necesita para ser completamente feliz es una familia cariñosa que vea en Rex un amigo leal, ¡sin importar nada!

Ayuda urgente

Ayuda al refugio a tratar a Rex contribuyendo con cualquier cantidad cómoda a su página de recaudación. Además, un regalo en forma de "Paquete Publicitario" ayudará a difundir información sobre él en la red. ¡Gracias a esto, su futuro dueño encontrará a Rex más rápidamente!