Una perra salvaje vivía en un barrio residencial, cerca de la entrada de edificios de apartamentos. Los residentes la alimentaban, pero no se dejaba acercar. Durante una primavera, Olcha se encontró en el centro de una "boda canina". Los vecinos llamaron a la Fundación de Ayuda a Animales Sin Hogar "Llave de Bondad", después de lo cual los voluntarios capturaron a la perra y la esterilizaron.
Una buena chiquita
Al principio, Olcha era salvaje e incluso mordía. Pero el personal de "Llave de Bondad" la adaptó y domesticó; la acostumbraron al collar y la correa. La sacan a pasear con frecuencia, ya que es bastante regordeta y necesita moverse más. Ahora, la niña vive en un cercado con una perra ciega llamada Victoria y un cachorro llamado Bati. Olcha necesita la compañía de otro animal, ya que eso la hace sentir más tranquila. No soporta la soledad. También desea interactuar y recibir cariño de las personas, pero para eso necesita acostumbrarse a los humanos. Olcha busca una familia comprensiva que esté dispuesta a dedicar mucho tiempo a paseos y a actividades con un adiestrador.
¿Vamos a ser amigos?
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