Durante cinco meses, los voluntarios intentaron atrapar a Nyusha. Ella vivía en el patio de la Casa de Cultura y se convirtió en madre de muchos gatitos callejeros. Sus últimos pequeños fueron rescatados en agosto de 2024, pero la gata permanecía elusiva durante mucho tiempo, ya que sabía muy bien cómo sobrevivir en la calle. Pero cuando finalmente atraparon a Nyusha, quedó claro que no era salvaje ni agresiva; solo era muy cautelosa.
Cautelosa, pero no indiferente
Ahora Nyusha se está adaptando a la vida en el refugio. Le gusta que la acaricien y responde con suaves ronroneos, aunque todavía no puede abrirse por completo. Parece que alguna vez fue una animal de hogar, pero pasó por algo que la hizo relacionarse con los humanos con precaución. Nyusha necesita un hogar tranquilo y un dueño paciente que le brinde tiempo y espacio para volver a confiar en la bondad.
Ayuda a Nyusha
Puedes apoyar a Nyusha pagando sus días de gato en Teddy Food, para que viva en calor y con el estómago lleno mientras espera a su persona. ¿Y tal vez tú seas quien le dé la oportunidad de volver a ser la querida gata de hogar?