Naida es una guardiana. Solía vigilar un pequeño remolque donde se vendía cemento en la calle. Sirvió fielmente. Pero cuando el negocio terminó, Naida quedó encadenada. Nadie pensó en liberarla. Afortunadamente, los voluntarios la vigilaban, le proporcionaban comida y agua, e incluso la esterilizaron. Más tarde, otra alma desafortunada llamada Rita se unió a Naida, y ambas terminaron en el refugio.
Su temperamento es excelente; se lleva bien con todos, es amigable y disfruta de los largos paseos. Se adaptará fácilmente a cualquier familia y encontrará un lugar en los corazones de las personas responsables y amables.