Mikasa fue rescatada en Pavlovsk junto con dos hermanitos, pero su camino hacia un hogar no fue fácil. A los seis meses, encontró una familia, pero la devolvieron al día siguiente simplemente porque la asustada gatita se escondió debajo del sofá y accidentalmente hizo pis ahí. Los nuevos dueños no quisieron darle tiempo para adaptarse, y eso hirió el corazón confiado de Mikasa; de ser una alegre gatita, se convirtió en una cobarde.

La estrella del refugio

A pesar de lo que ha vivido, Mikasa sigue siendo una gatita dulce y cariñosa, aunque todavía no se atreve a sentarse en brazos como solía hacerlo antes. Después de un abundante almuerzo, sube a su camita más alta y canta sus canciones felinas, y también le gusta charlar con sus vecinas. Su gracia e inteligencia han conquistado al único gato del refugio, Timyan, y otros animales buscan su apoyo y protección.

Regálale atención

A Mikasa le hace falta una persona especial: paciente y sensible. Regálale a la gatita un paquete publicitario, para que pronto puedan encontrarse.