Muchas veces, Masianya se convirtió en mamá. Cada vez, esto sucedía en la calle. No es fácil cuidar de sus pequeños cuando en cada paso acecha el peligro. Los gatitos necesitan ser protegidos del calor y del frío, y encontrar comida y agua. La última camada fue especialmente difícil para Masianya. Cuatro gatitos nacieron cuando comenzaba el frío. La mamá gata trasladaba a sus pequeños de un lugar a otro en busca de calor. Encontraron un lugar bajo el capó de un coche en un aparcamiento. Afortunadamente, los pequeños fueron descubiertos a tiempo. Así, los cuatro, junto con su mamá Masianya, llegaron a un refugio de animales.
Una tímida y dulce
Masianya se adapta con dificultad a las nuevas condiciones de vida. Es amistosa con sus compañeros de bigotes y rayas. Está acostumbrada a la caja de arena y al rascador. Con las personas es un poco desconfiada, ya que vivió demasiado tiempo en la calle y aún no se ha acostumbrado a la caricia y al trato amable. Dos de los pequeños de Masianya, Max y Marusya, también buscan su hogar. Se adaptan a cualquier familia, incluso con otros animales. Masianya sigue siendo un poco salvaje, necesita un dueño paciente y cariñoso que le ayude a abrir su corazón con el tiempo.
¿Buscas un amigo adulto? Presta atención a Masianya.
Esta gatita ha llevado un estilo de vida en la calle durante tanto tiempo. Vamos a intentar encontrarle un hogar. Guarda su página en favoritos en el sitio de TEDDYFOOD. Así podrás seguir su vida en tiempo real. O cuenta sobre Masianya a tus amigos en las redes sociales, así más personas sabrán que la gatita está buscando un hogar. Y para que Masianya sienta tu cuidado ahora mismo, regálale un delicioso alimento o financia una Semana de Gato. Ayudar a los animales en el refugio es fácil. Hazlo junto a nosotros.