Maslinka deambuló durante mucho tiempo por las calles, llamando la atención de los transeúntes con su fuerte maullido. Algunos se apiadaban de ella y le ofrecían comida, mientras que otros simplemente pasaban de largo. Hasta que un día, un voluntario la vio y, solo entonces, se comprendió que su grito era un llamado de auxilio.
La dulce gatita
Cuando Maslinka llegó al refugio de animales, lo primero que hizo fue ser revisada por un veterinario. A la gatita le encontraron tiña y disfunción renal. Fue tratada durante mucho tiempo, y Maslinka soportó valientemente todos los procedimientos médicos. Lograron eliminar la tiña, pero el problema renal persistió. Maslinka vivió demasiado tiempo en la calle, y su enfermedad renal se volvió crónica. Sin embargo, las pruebas que ha soportado no han afectado su carácter. Esta cariñosa gatita ama a las personas y a sus compañeros del refugio. Responde con gusto a un trato amable y atento. Usa la caja de arena y el rascador, pero a veces, debido a la insuficiencia renal, puede tener algún accidente. Maslinka necesita una dieta especial y exámenes veterinarios regulares.
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