La gatita vivió durante mucho tiempo en un hogar lleno de amor y cuidados. Pero ocurrió una tragedia: a Masha le diagnosticaron piometra y la llevaron a sacrificar. Sin embargo, al examinarla, el veterinario dijo que se podía realizar una operación y que la gatita podría vivir. Pero sus dueños insistieron en la eutanasia y firmaron la renuncia del animal. Masha superó la operación con éxito, se recuperó rápidamente y ahora vive en un refugio de animales.
Una gata con límites personales
Masha es una gatita tranquila y reflexiva. No es de las que buscan hacerse amigas o exigir atención constante. Es sociable y se lleva bien con otros gatos, pero hace amistades raramente. Con las personas es amable, le gusta y acepta el cariño. Ha aprendido a usar el arenero y el rascador. Se adapta a cualquier familia, preferiblemente con niños mayores de 10 años y como único animal.
Participa en el destino de Masha
Comparte sobre la gatita en las redes sociales o ayuda con el costo de publicidad en el sitio TEDDYFOOD. Con tu ayuda, más personas conocerán la vida de los animales en el refugio y Masha y sus amigos de cuatro patas encontrarán un hogar más pronto.