El miedo y la inseguridad se han instalado en el alma de Lizzy. Esta gatita solía tener un hogar, pero por alguna razón terminó en la calle. Un grupo de voluntarios la encontró; la pequeña estaba muy asustada y desubicada. Así fue como Lizzy llegó al refugio de animales.

Chic-chic, estoy en mi casita

Lizzy está adaptándose con dificultad a estas nuevas condiciones de vida. Prefiere estar en su casita, asomándose ocasionalmente para asegurarse de que no haya ningún peligro al acecho. Es una gatita tímida, que observa con cautela a los humanos y a sus compañeros peludos. Usa la bandeja sanitaria y el rascador. Se adapta bien a cualquier familia, preferiblemente con niños, pero le gustaría ser el único animal de la casa. Lizzy necesita mucho apoyo, amor y cariño.

¿Quizás alguien quiera acoger a esta adorable criatura en su hogar?

Ven a conocerla en persona o comparte sobre la gatita en las redes sociales, para que más personas conozcan a Lizzy y a sus amigos de cuatro patas. Con tu ayuda, estos amigos peludos encontrarán pronto un hogar y obtendrán la tan deseada etiqueta de "Ya en casa".