La historia de esta gatita comenzó de manera triste. Leto fue encontrada en la calle, justo frente a la casa de su cuidadora, donde estaba sentada con una expresión ausente a la entrada del sótano. Su carita estaba golpeada. No reaccionaba al alimento. De inmediato entendieron: ¡se había caído de una ventana! Parece que Leto había estado esperando durante mucho tiempo a que llegaran sus dueños, pero nadie la buscó. La atraparon con dificultad. Asustada, la gatita se refugiaba en las esquinas, huyendo, pero sin salir del patio. Pasaron un par de días en un lugar de acogida y se notó que la pequeña no lograba salir del estrés. Todos los anuncios en internet y en las entradas no tuvieron éxito. Y como luego se supo, los dueños que se suponía que la cuidaban no la trataron, no la cuidaron, no la amaron y no planeaban recogerla. Así, esta delicada gatita, que no era deseada, terminó en un centro de rescate. Le encontraron otitis, le hicieron radiografías y le brindaron tratamiento. Estuvo bastante tiempo en una jaula y no mostraba un gran amor por las personas. Pero después de mudarse al refugio, Leto se relajó y se convirtió en una pequeña dulce. Sin embargo, necesita urgentemente un hogar y una familia amorosa. Esta adorable carita no sabe defenderse y algunos vecinos particularmente activos la acosan. Y esconderse en una jaula cerrada no le hace ningún bien.

Esperando la felicidad

Leto es una gatita sorprendente, modesta y dulce. Desde el primer momento, uno quiere acariciarla, rodearla de calor y cuidado. Ella disfruta cuando le prestan atención, se frota y se deja acariciar, sumergiéndose por completo en el cariñoso contacto. Aunque a primera vista parece independiente, Leto está lista para entregarse a manos cariñosas y dejar atrás las penas que ha sufrido. La pequeña será una excelente amiga y compañera en casa; es discreta, pero al mismo tiempo se convertirá en el verdadero alma de cualquier hogar. Cuando Leto está de buen humor, puede divertirse, jugar a la pelota e incluso lanzarse enérgicamente contra los molestos vecinos. Luego, de nuevo se transforma en un suave y cauteloso rayito de sol. La gatita tiene miedo de los ruidos fuertes y puede esconderse en su casita o en un lugar apartado. Esto son muy probablemente consecuencias de su vida anterior, donde no la amaban. Leto estará muy feliz de dejar el refugio y mudarse a un nuevo hogar donde pueda sentirse tranquila y segura. Preferiblemente, sin niños y como única mascota. Leto sabe usar la bandeja de arena y el rascador, no causa muchos problemas. Lo más importante es controlar sus orejas, ya que tuvo otitis anteriormente, y saber que la pequeña es portadora de coronavirus.

¿Cómo ayudar a Leto?

Si la historia de la soleada y dulce Leto te ha tocado el corazón, compártela en tus redes sociales y financia un paquete publicitario que ayudará en la búsqueda de nuevos dueños. La gatita necesita un hogar para sentirse en un acogedor y protector capullo. Ella está lista para regalar todo su amor y lealtad a cambio. Echa un vistazo a la página de Leto y ayúdala a cuidarse a través de los Días de Gato, Semanas de Gato y Meses de Gato.