Lydinka llegó al refugio de animales "Nuestro Hogar" a través de la captura. Era salvaje, tenía miedo, bufaba, pero poco a poco comienza a destemplarse.
Lydinka, ¡Lydinka, ven y destémpate!
Estaba muy asustada, la atraparon y la llevaron a otro lugar. Su vida habitual cambió drásticamente. Lydinka temía, se refugiaba en un rincón y bufaba, pero no mostraba agresión. Ahora comienza a acostumbrarse y a destemplarse. Aprende a confiar en las personas, y ya hay una pequeña victoria: ahora se la puede acariciar con cuidado.
Apoya a Lydinka
Ayuda a cubrir su mantenimiento en el refugio o a financiar un paquete de publicidad, para que Lydinka encuentre a su gente y continúe su adaptación en una familia.