Los trabajadores de la construcción acogieron a Kuzén: este barbudo "jefe de obra" saludaba a todos por las mañanas y vigilaba con seriedad el orden. En los fríos inviernos, las personas lo dejaban entrar para calentarse, y él les devolvía con lealtad. Pero la construcción terminó, la gente se fue y Kuzén quedó solo en el helado sitio. Sin embargo, estas dificultades no quebrantaron su buen carácter.

Trabajador tranquilo

Kuzén no guarda rencor a las personas, sino que espera volver a tener un hogar donde sea necesario. Es tranquilo, delicado y agradecido. A Kuzén le han diagnosticado leucemia viral felina, por lo que le vendría bien un hogar sin otros gatos o con animales que tengan el mismo diagnóstico. La enfermedad no es peligrosa para las personas ni otros animales.

Cómo ayudar al gatito

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