Nadie sabe de dónde apareció. Simplemente llegó a la ciudad un simpático y robusto peludo. Las búsquedas de su dueño no tuvieron éxito y Kuzbass fue llevado al refugio de animales.

El pequeño Kuzya

No es muy grande, se parece a un laika y su pelaje es como el de un spitz. Kuzya es genial. Lleva una vida activa y desprende positividad. Está muy unido a las personas, a pesar de haber sufrido traiciones. En el refugio, a este chico le resulta difícil adaptarse: a veces tiene conflictos con sus compañeros y también le falta la atención de los humanos. En un hogar, se sentirá verdaderamente feliz.

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