Una vez, Kitty tuvo un hogar y dueños. Pero un día, mientras paseaba por la calle, la gatita no volvió. El destino llevó a la niña a una amable cuidadora, quien notó de inmediato que Kitty estaba embarazada. Se encontró a los dueños, pero ellos se negaron a recoger a su mascota, ya que ya habían adoptado un nuevo gatito... Así, Kitty quedó sola, con su pancita creciente y un sótano en lugar de su acogedor rincón habitual.
Por fortuna, los voluntarios no la abandonaron; llevaron a la futura mamá al refugio de animales. Sin embargo, el parto fue difícil: un gatito salió con las patitas hacia adelante, y sin la ayuda urgente de los veterinarios, Kitty podría no haber sobrevivido. Ahora está a salvo, pero su corazón aún espera a alguien que no la traicione. Todos los bebés de la gatita ya han encontrado sus hogares.
Un alma cariñosa con modales de reina
Kitty es una hermosa gata nevaska con un lujoso pelaje, ojos azules expresivos y un sentido innato de dignidad. Pero detrás de esta apariencia aristocrática se esconde una gatita tierna y cariñosa. Lo más importante para ella es el amor y la seguridad de que no la dejarán de nuevo.
Ayuda a Kitty a volver a confiar en las personas
Puedes apoyar a Kitty pagando los KotoDías en el refugio, así la gatita recibirá alimento de calidad, cuidados y atención, hasta que encuentre su verdadero hogar. ¿Y tal vez tú seas quien le regale una nueva vida? Porque cada gata merece una familia que la ame a pesar de todo.











