La historia de Kisadilla comenzó en la calle, donde tuvo la oportunidad de ser mamá, y luego fue atrapada. Cuando los empleados del refugio de animales vieron a esta diminuta gatita con sus enormes y asustados ojos en la jaula, no pudieron resistirse a dejarla entrar, así fue como Kisadilla obtuvo una oportunidad para una nueva vida.

Una dulce traviesa

A pesar de su inicial timidez, Kisadilla es una gatita muy activa y juguetona. Le encanta escalar el rascador y correr detrás del puntero láser o de los rayitos de sol. Necesita tiempo para adaptarse a su nuevo entorno, por lo que una familia sin niños pequeños o con niños que entiendan los límites de los gatos sería ideal; con el tiempo, ella se convertirá en una divertida compañera de juegos.

Cómo ayudar a Kisadilla

Ven a conocerla; tal vez esta pequeña sea la amiga brillante y tierna que llenará tu hogar de alegría y calidez.