Durante dos años, esta miniatura de gata logró esquivar a las personas, viviendo en un sótano y críando a sus numerosos gatitos. Solo gracias a la persistencia de un voluntario del refugio pudieron atraparla. Su nombre, Jvistik, proviene de su cola inusualmente larga, que casi es del mismo tamaño que ella. Ahora, sus aventuras en la calle son parte del pasado.

Aún está aprendiendo a confiar

Jvistik está aprendiendo poco a poco a confiar en las personas. Ya permite que se le acerquen y la acaricien. Sin embargo, su progreso necesita tiempo: por ahora, Jvistik no está lista para que la carguen en brazos. Es una gatita tranquila que valora el respeto hacia sus límites, por lo que busca a una persona igualmente calmada y paciente. Y su gratitud será la mejor recompensa.

Cómo ayudar a Jvistik

Puedes convertirte en su amigo en línea y cuidar de ella desde la distancia, consentíendola en los KotoDías o KotoSemanas. ¡Mmm, delicioso!