En pleno apogeo del invierno helado, Joyce estaba congelándose en la calle. Miraba por las ventanas de las tiendas, apoyándose en sus patas traseras, y miraba con tristeza hacia el interior, hacia el calor. Luego, tomó la decisión más importante de su vida al encontrarse con un empleado del refugio cerca de las tiendas y su familia. Así lo cuenta la propia chica: "Llegamos en coche a la tienda, y antes de que pudiéramos apagar el motor, vimos a una gata cerca del establecimiento. De repente, ella se dio la vuelta y corrió justo hacia nuestro coche. Aunque el estacionamiento estaba completamente lleno, parece que el destino le indicó el camino. Y saben, al bajar del coche, ya sabíamos que simplemente no podíamos dejarla allí. Sin embargo, Joyce no comprendió de inmediato nuestras buenas intenciones, y estuvimos dando vueltas alrededor del coche durante unos 10 minutos, tratando de sacar a la asustada gata. Con dificultad, pero finalmente la atrajimos con comida, la atrapamos y la escondimos rápidamente en nuestro abrigo. Estaba tan fría como un hielo, y no pesaba nada. Tan pronto como sintió el calor, se calmó y empezó a ronronear suavemente". Esta pequeña y discreta ronronera, con el dolor congelado en sus ojos, no habría sobrevivido en la calle. Ahora todo eso ha quedado atrás; la pequeña ha recuperado fuerzas y sueña con un hogar.
Una dama maravillosa con un buen corazón
Desde los primeros días en el refugio, quedó claro que Joyce es una gata extremadamente cariñosa. Parece que no puede recuperar toda la falta de calor y cariño que le faltó en la calle. Joyce no se opone en absoluto a los abrazos y caricias diarias; hace evidente que necesita urgentemente estar cerca de una persona y acurrucarse junto a ella. ¡Es imposible no resistirse! Pero Joyce no es una "pegajosa"; tras estar en brazos, comienza a explorar su entorno. Curiosa y activa, Joyce no teme a otros animales, se comunica con ellos con cuidado y curiosidad. Es paciente con todos los tratamientos y manipulaciones, lo cual no es común entre los animales. Se nota que confía en las personas. Su tiempo en la calle no la ha endurecido. Joyce ha aceptado fácilmente el entrenamiento, está acostumbrada a la caja de arena y al rascador. Joyce es ideal para una familia con adultos responsables, y podría adaptarse también a niños mayores. Podemos afirmar con confianza que ustedes serán el centro de atención para Joyce. Es muy probable que la pequeña también pueda hacer amistad con otros animales.
¿Cómo apoyar a Joyce?
La encantadora y vital Joyce necesita amigos que puedan apoyarla. Ven a conocerla en su página durante una transmisión en vivo, trayendo deliciosos Días de Gato, Semanas de Gato o Meses de Gato. Ayuda a Joyce a cumplir su mayor sueño: tener una familia y un hogar. Comparte su historia en las redes sociales y financia su promoción, así más personas conocerán a los animales del refugio y Joyce también tendrá la oportunidad de ser feliz.