Los voluntarios conocían a Graf desde hacía tiempo. Vivía según sus propias reglas en una manada callejera, salvaje y distante. Pero el hambre hacía su efecto y el perro no rechazaba la comida que le ofrecían personas solidarias. Un día, se informó que el perro estaba a punto de morir. Lo que vieron las personas hizo que su corazón se comprimiera en un nudo de dolor... El perro yacía inconsciente sobre un hediondo montón de basura, mientras la muerte contaba los minutos. Las moscas ya revoloteaban sobre el desgraciado animal. Cerca se encontraba un jardinero con una pala. Quería enterrarlo pronto, para que no estuviera expuesto al calor. Todo este colorido panorama parecía decir: ¡muere más rápido, no le importas a nadie y nadie vendrá por ti! Pero un alma bondadosa hizo su intervención. Graf fue llevado a la clínica y se realizaron urgentemente los procedimientos médicos necesarios. Se descubrió que un garrapata lo había mordido, contagiándole piroplasmosis. Pero el organismo de Graf resultó ser fuerte y el chico se recuperó rápidamente. Era difícil imaginar que había estado tan cerca de cruzar la línea. Pero con la recuperación volvió su naturaleza salvaje. No estaba dispuesto a confiar en las personas. Sin embargo, ellas creyeron en él y nunca lo devolvieron. Así fue como Graf se quedó en el refugio "Bim".
Graf ha aprendido a vivir con las personas
Ya lleva mucho tiempo en el refugio. El tiempo le ha permitido cambiar sus expectativas. Pero no fue de inmediato. Intenta abrirse a aquellos a quienes había temido desde que nació. ¡Y en realidad no es un cobarde! Simplemente, Graf nació y creció entre sus congéneres, sin ninguna ternura ni sueños. "¡Toma y corre, de lo contrario es peligroso!" le inculcaban sus amigos. Le ha tocado vivir muchas cosas. Al encontrarse en un entorno diferente, tuvo que aprender a vivir de nuevo. Y está logrando progresos. La comida rica y el trato amable lo animan a relajarse y a confiar en lo que el perro nunca había conocido: el amor. El chico está dispuesto a aprender. Aunque con inseguridad, toma comida directamente de las manos. No se opone al contacto y deja que lo acaricien. Su vida ya no es la misma que antes, pero puede mejorar aún más. Tal vez haya alguien que lo ame más que a nadie. Alguien que diga: ¡tú eres mi amigo, y yo soy tuyo! No necesita un trato especial, solo bondad y cuidado. Y entonces su transformación de salvaje a animal de compañía finalmente se completará de manera feliz.
¿Qué tan lejos está su futuro hogar?
Graf tiene esperanzas. Quizás, el mejor dueño aún no ha visto a este maravilloso chico. Ayuda tanto al perro como a su futura familia a encontrarse. Un paquete de publicidad es la mejor herramienta para esto. Puedes regalarle cualquier suma que te sea conveniente y él recibirá gratas sorpresas. Además, puedes ver a Graf a través de la cámara web, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. ¡Agrega la página a tus favoritos!








