Gordey vivía en las calles con una manada de otros perros cuando fue atropellado por un coche, lo que resultó en una lesión grave en su pata delantera. No pudo recibir ayuda a tiempo y tuvo que arrastrar su pata rota. Una señora amable lo alimentaba y buscó ayuda de la Fundación ""Camino a Casa"" cuando su condición empeoró.
Gordey fue sometido a una cirugía, pero la lesión era tan grave que tuvieron que amputarle la pata. Ahora reside en un refugio con otros perros. Aunque inicialmente Gordey no confía en las personas, gradualmente se ha vuelto más sociable e incluso sigue comandos. Gordey está buscando una familia cariñosa que lo rodee de amor y le proporcione tiempo para adaptarse.