Yayo Enzo llegó al refugio una aterradora noche de tormenta, asustado y buscando refugio. Cuando los voluntarios abrieron el maletero del coche, él mismo saltó al transportín, como si entendiera que por fin iba a recibir ayuda.

La ternura a través del dolor

Su vida había sido muy dura: llegó cubierto de garrapatas y con dos hernias que le causaban un dolor tan intenso que hasta un simple tacto le provocaba pánico. A pesar de todo, Yayo Enzo es un perro increíblemente agradecido, cariñoso y sociable. Se lleva bien con otros animales, pero necesita un hogar tranquilo, sin niños pequeños, donde su espalda pueda tener la calma que necesita.

Su camino hacia la recuperación

¡Podéis hacer que su espera sea más fácil y llevadera! Apadrinad sus Días de Perro en Teddy Food y aseguraos de que recibe todo el amor y los cuidados que necesita mientras espera a su familia para siempre. ¡Vuestro apoyo marca toda la diferencia para este noble luchador!