Vivía Borya sin preocupaciones. Tenía todo: una dueña buena, amigos alegres y su tazón lleno. Además, le gustaba cómo se veía en el espejo: mejillas blancas, rayas grises, e incluso la letra M en su frente estaba casi recta. Pasaron cinco años en paz y armonía. Pero su cuidadora falleció y ya no había nadie que se ocupase del gatito. Extraños llegaron al departamento. A tres de sus amigos los colocaron en otras familias, mientras que a Borya y a otro desafortunado los echaron a la calle como si no fueran aptos. Al principio, el gato se sorprendió, luego llegó la desesperación, y por último, un amargo resignamiento se apoderó de él. Mes tras mes, año tras año, vagó por los patios. Su salud se deterioraba rápidamente, y la esperanza de un futuro mejor se desvanecía aún más rápido. Solo una mujer se compadecía de él, le daba de comer y, al final, encontró un lugar para el niño en un refugio de animales.

No por su voluntad se convirtió en así

La vida en la calle afectó seriamente el estado general de este animal mayor. No fue por culpa ni por casualidad que se encontró en medio de la calle. La cruel indiferencia humana hizo su trabajo: Borya ya no tiene un ojo, le faltan la mayoría de los dientes, y ahora está en una dieta especial. Pero aún así, el niño quiere ser necesario y amado. Durante todos esos días de olvido del calor y la comodidad, el gato se volvió cauteloso, pero su confianza nunca desapareció por completo. Ya no creía que alguien podría acariciarlo, decirle una palabra amable o darle un beso en la frente. Borya intenta nuevamente acostumbrarse al cariño; poco a poco avanza hacia una vida completamente diferente. Necesita una persona buena, responsable y paciente, que sienta a Borya en su corazón, entienda la desdicha que ha vivido y sus nuevas y tímidas esperanzas, y le dé tiempo y un mar de amor.

Necesitamos devolver la alegría a Borya

Aunque sus años maduros fueron de sufrimiento, ahora hay una oportunidad de recuperar el tiempo perdido. Habla de él a tus familiares y amigos, ven a conocerlo y síguelo en línea. Tu apoyo es vital para él, regálale tu cuidado. ¡Solo así volverá a creer en un milagro!