A menudo se dice que algunos afortunados nacen con una suerte especial. Así se podría decir de Berlín. Este modesto y tranquilo nene tenía dificultades para llevarse bien con sus compañeros callejeros. Berlín era frecuentemente intimidado por los más activos y atrevidos de su especie. Se sentía marginado y a menudo no comía lo suficiente. Afortunadamente, un amable protector se convirtió en su verdadero amigo. Cada día bajaba al sótano para alimentar al desafortunado gato. Pero llegó la hora X. El contrato de trabajo terminó y era el momento de regresar a su ciudad natal. No se podía dejar a Berlín solo, sin la ayuda y el apoyo de un amigo. Entonces, su protector se puso en contacto con voluntarios locales, quienes a su vez se comunicaron con un refugio de animales en San Petersburgo. Se tramitaron los documentos necesarios para trasladar a Berlín de Sochi a San Petersburgo. Así, el nene llegó al refugio para animales sin hogar.
Un chico modesto
A Berlín no le resulta fácil adaptarse a sus nuevas condiciones. Todavía evita y teme a otros animales. Pero se alegra cuando está cerca de un ser humano. Adora a las personas y muestra confianza hacia ellas. Ha aprendido a usar la caja de arena y el rascador. Se adaptaría bien a una familia con niños mayores de 10 años, con la condición de que se le dé seguimiento a su futuro. Solo en un hogar propio. Berlín necesita un dueño amable y paciente, que pueda ayudar a que el pequeño corazón del gato se ablande.
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