La vida de Belyj transcurrió entre cubos de basura y patios de concreto. Nadie sabe si el chico tuvo algún hogar en el pasado. Buenas abuelitas le daban de comer gachas con zanahoria, y fue allí, cerca de la basura, donde un voluntario del refugio lo notó. Esquelético y con problemas en la boca, Belyj no dejaba que nadie se acercara, pero había un fuerte deseo de ayudar... Así fue como el gatito llegó al refugio, donde, a pesar de sus hábitos callejeros, comenzó poco a poco a acostumbrarse a los cuidados.

Gachas, garras y precaución

Belyj es ese gato que elige cuándo y cuánto quiere interactuar contigo. Se deja acariciar si siente tranquilidad, pero si algo le provoca inquietud, no dudará en usar sus dientes y garras. Probablemente, el dolor y el miedo se han convertido en compañeros habituales durante muchos años. El chico tiene problemas dentales, y tocar su carita puede causarle incomodidad. Sin embargo, disfruta mucho de las gachas con zanahoria, quizás porque no le causan dolor. Es lo que ha aprendido a aceptar durante sus años de vida en la calle.

Ayuda a Belyj a creer en la bondad

Belyj no busca ser un gato "cómodo". Es auténtico. El chico necesita tiempo, paciencia y cariño, que no sea forzado. Mientras el gatito sigue viviendo en el refugio, puedes apoyarlo pagando un Día de Gato en Teddy Food. ¿Y tal vez tú seas la persona que pueda convertirse en la primera en quien Belyj confíe su corazoncito?