Donya se distingue por su pelaje dorado y su alma gentil. Es completamente inofensivo y bondadoso. Desafortunadamente, eso no es suficiente para una vida feliz. Donya no se siente cómodo en el refugio y pasa el tiempo escondiéndose en silencio en el rincón de su jaula. Cuando lo sacan, este encanto simplemente se sienta en tus brazos o camina con correa. Y eso es un gran progreso para él. No es fácil socializar a un perro en un refugio debido a la falta de tiempo para todas las mascotas. Por eso Donya necesita su propia familia amable y paciente que pueda darle lecciones de amor y confianza. Entonces Donya podrá tener la juguetonidad despreocupada y la infancia que nunca tuvo.