La casa donde vivía Amadea puede ser llamada con razón "la de los Gatos". Ella no es la primera en encontrar refugio junto a su bondadosa dueña. La mujer jamás pudo pasar de largo frente a los animales callejeros, que sufrían del frío y el hambre; su corazón no soportaba ver su sufrimiento. A veces hay muchas gatas, a veces menos. Los voluntarios se llevan a estos animales bajo su cuidado, llevándolos a un refugio. Así fue como Amadea llegó a "Esperanza", hermana de Eva. La rescataron de la calle cuando aún era muy pequeña, y pasó varios años en una amistosa compañía de gatos. Ahora tiene otros vecinos.
Ella lucha con éxito contra sus miedos
La niña intenta ser sociable, pero aún tiene un poco de miedo de los humanos. Ha visto muchos gatos en su vida, pero las personas raramente visitaban a su cuidadora. Por eso, Amadea es prudentemente cautelosa con los extraños, aunque su curiosidad natural no se puede contener: respira hondo, se tranquiliza y se acerca a charlar. Por suerte, desde su nacimiento no le ha faltado comida ni ha tenido peligros, pero cada ser vivo necesita ternura. Esta modestita tiene todas las oportunidades de abrirse a su futuro dueño, convirtiéndose en un suave y ronroneante consuelo en cualquier situación de la vida. Un poco de paciencia y mucho amor son la receta de la felicidad para ella.
Es necesario hablar de ella
Amadea es hermosa, esponjosa y suave. ¡Tan pronto como más personas conozcan su historia, no pasarán mucho tiempo antes de que su nuevo dueño llegue! Ayuda a contar sobre ella mediante publicidad, redes sociales o simplemente compartiendo con tus conocidos. Puedes venir a conocerla en persona o seguir su vida en línea. Cualquier apoyo que le brindes a esta gatita es invaluable.