Sam es un mestizo cercano de labrador. Una primavera, se acercó a una casa privada. La gente sintió compasión por él, lo acogió y decidió que el perro podría cuidar de su patio. Sin embargo, la vida en la cadena no trajo felicidad al chico. Pronto, una mancha roja apareció en su piel, que con el tiempo fue expandiéndose. El perro sufría por una picazón intensa, se rascaba hasta sangrar y su nariz se estaba pelando. La gente no podía costear su tratamiento y temían que Sam no sobreviviera al invierno... Entonces, los salvadores buscaron ayuda en el refugio de animales.

Un guardián cariñoso

A pesar de todas las dificultades, Sam ha mantenido un corazón bondadoso. Le encanta jugar y está muy unido a las personas. Es un perro cariñoso, comprensivo y obediente que conoce algunas órdenes y espera pacientemente para salir a pasear. Sam sería un compañero maravilloso para una familia con niños mayores, pero lo mejor es que sea el único animal en el hogar.

Apoya a Sam

Sam necesita ayuda periódicamente para su tratamiento. Si ves que hay recolecta para él, apoya al chico con cualquier contribución que te resulte cómoda.