Karissa es una gata doméstica. Bueno, solía serlo. Le encantaba dormir en una cama suave, observar a los pajaritos desde la ventana y hacer esos adorables ojitos de cachorro pidiendo un poco más. Hacía esto junto a Kameliya, su amiga mayor. Este dúo de ternura derretía el corazón de su dueño. ¿Cómo resistirse a darles una golosina? Estas adorables y cuidadas animales vivían despreocupadas y felices. Hasta que todo cambió. Uno de los miembros de la familia tenía alergia. No pudieron lidiar con ello y tomaron la difícil decisión de sacar a sus mascotas del hogar. Queridas, cariñosas y bien educadas, estas queridas felinas acabaron en un refugio de animales.
Es necesario restaurar el ciclo de las emociones
En el momento en que llevaron la transportadora con Karissa y su fiel compañera fuera del umbral, su acogedor mundo se derrumbó. Las otras gatas lo vivieron de diferentes maneras. Kameliya se recuperó más rápido, mientras que a Karissa le llevó un poco más de tiempo aceptar la nueva situación. Sin embargo, la niña se mantiene tranquila y muestra su tierno carácter. Está acostumbrada al flujo de amor entre un animal y su humano. Pero ahora le falta mucho a quien mostrar su afecto. ¿Cuándo vendrán a buscarla? ¿La llevarán en brazos a un lugar donde nuevamente será una favorita en lugar de ser una entre docenas de rechazadas... Esta gata respeta las reglas del hogar y sabe comunicarse con las personas. Pasará un breve período de adaptación en su nuevo lugar, y Karissa volverá a ser una feliz ronroneadora en el sofá, irradiando energía positiva a sus dueños.
Cualquier ayuda es importante, desde la más pequeña hasta la más grande
Estas dos adorables gatas, juntas y por separado, sueñan con una vida diferente. Karissa se integrará perfectamente en cualquier familia, tiene todas las cualidades para ello. Comparte su historia utilizando el Paquete Publicitario y cuida de ella. Con tu apoyo, a las gatas les resultará más fácil sobrellevar la vida en el refugio. Añade su perfil a Favoritos y sigue a las amigas en línea.