Una vez sonó el teléfono en el refugio de animales. Desde la otra línea se escuchó: "Ahí, hay un gato que grita. Tiene las patas heridas. Que alguien venga a recogerlo". ¿Qué hacer? - Vinieron, lo rescataron, preguntaron a los locales de dónde había venido, pero nadie lo sabía. El gato realmente estaba gritando. Los empleados del refugio estaban seguros de que lloraba por el dolor. Pero resultó que solo pedía que lo alimentaran. Después de comer, se tranquilizó. Llegó al refugio, devoró otro plato de comida y se quedó bastante satisfecho. Así fue como apareció en el refugio Boho, lo encontraron cerca de un café con ese nombre.
Grande y cariñoso
Examinaron a Boho, lo limpiaron y lo trataron. Los veterinarios pensaban que tenía una fractura en la columna vertebral, pero resultó que todos sus huesos estaban sanos. El diagnóstico es parálisis en las patas traseras, no le obedecen del todo. Un punto importante: Boho no es un gato con problemas en la columna. Es un gato muy limpio, por lo que aprendió a usar la caja de arena por sí mismo, aunque le cuesta levantar la parte trasera de su cuerpo. Su diagnóstico no es una sentencia, los veterinarios tienen esperanzas de que Boho se recupere en el futuro. Hay muchas historias en Internet sobre la recuperación de animales con ese diagnóstico. Los dueños de gatos con parálisis comparten valiosos consejos de rehabilitación entre ellos, intercambiando conocimientos y apoyándose mutuamente.
Boho es un gato grande y hermoso. Los empleados del refugio lo llaman conquistador de corazones femeninos y entendemos por qué. Solo su linda carita y su cuello blanco valen la pena. Además, es extremadamente cariñoso. Ante él, ninguna mujer se puede resistir.
Un poco de amor para Boho
Para gatos como Boho, el amor y la compañía son mucho más importantes que para sus parientes sanos. Si ha tocado tu corazón y estás en Sochi, ven a conocerlo en el refugio. Comparte sobre Boho en las redes sociales o financia la publicidad del gato, así más personas conocerán su historia y entre ellas puede encontrarse un dueño amoroso para él.